Por el cambio que hubo en la página del SAT, se realizaron ajustes a los trámites que existen en dicho sitio web, incluso por eso se modificó el Anexo 1-A para cambiar las referencias de acceso a los trámites que se reacomodaron en la página.
Sin embargo, hay un trámite que resultó en una nueva imagen, más compacta, y no me explico en qué momento se convirtió en un filtro fiscalizador de todos contra todos, siendo que no es una resolución favorable y su diseño únicamente nos sirve para saber, de acuerdo a los controles, si existen obligaciones pendientes de presentar.
El origen de este documento se remonta al periodo en que se requería revisar a los proveedores de la Federación, Estados y Municipios, su situación para evitar contratar a los incumplidos y peor aún, pagarles con recursos púbicos cuando que al obtener una opinión negativa, se estaría cometiendo una injusticia al elegir al proveedor que no paga sus impuestos.
También se solicita en casos donde se otorgan subsidios o estímulos mayores a 30 mil pesos, y el mensaje es: que lo reciban los contribuyentes cumplidos, por eso es tan importante que se emita en sentido positivo.
Pero nuestra creatividad nos llevó a exigir el documento para calificar a los proveedores, aunque el cumplimiento se consiga presentado declaraciones en ceros.
Por eso no es una opinión del todo fiable, y más ahora que aunque el contribuyente aclare o corrija su situación, la actualización de los ajustes no se realiza en tiempo real.
Y al ver como el juicio recae en el resultado de dicha opinión mi pregunta es: ¿hasta cuando le daremos más peso a una opinión, que a la congruencia de la información del contribuyente?
Es más el miedo a ser vigilados y cuestionados, que al buscar certeza en nuestra operaciones, reducimos el análisis a la opinión de un un robot, y sin proponérnoslo, metemos el pie unos a otros.
Así que mejor revisen la actualización a este anexo que contiene muchos trámites útiles, y que ahora contamos con versiones cada vez más digitales.
